lunes, 16 de mayo de 2011

Jefes políticos pueden ser buenos pastores

Un jefe político que está al frente de un Estado puede ser un buen pastor cuando se preocupa para que los ciudadanos de su Nación tengan un trabajo bien pagado, tengan justo el dinero necesario para vivir y que haya un control de precios”, dijo Fray Raúl Vera López, Obispo de la Diócesis de Saltillo en la Misa del domingo 15 de mayo en el Ejido Primero de Mayo.

Explicó que “Jesús nos dice Yo soy el Buen Pastor y nos enseña cuál es el verdadero sentido de la vida humana”, haciendo referencia al verdadero pastor, no el que “entra por la puerta de atrás, el cual desbarata lo que se ha construido”.

Remarcó: “Un buen jefe político hace que los bienes de la Nación se distribuyan equitativamente”.

Desde el presbiterio, el obispo Fray Raúl Vera López, quien presidió la Eucaristía, exhortó a los fieles a practicar la Palabra con justicia y verdad, sobre todo en las campañas electorales que inician en Coahuila.

Sin preámbulos, el obispo explicó el Evangelio como parte de la vida, diciendo que existen pastores que entran por la puerta trasera y que no son reconocidos por sus ovejas, mientras que aquél que es un verdadero pastor, las mismas ovejas lo siguen por sí solas.

Invitó a los presentes a “entender que somos pastores unos de otros y por eso tenemos que entrar por la puerta principal que es Jesús”.

Reconoció que la Iglesia tiene qué hacer presente el Reino de Dios: “Los cristianos tenemos que anunciar la vida, por eso, hoy tenemos qué organizarnos para salvaguardar la vida de la Nación y el organismo político tiene que responder”.

El pastor de la grey católica acudió a celebrar la fiesta patronal de San Isidro Labrador en dicho ejido, donde hombres, mujeres y niños se ambientaron con la música de una banda originaria de Guadalupe, Zacatecas.

Al término de la Misa se bendijeron nuevos salones destinados para la catequesis y la evangelización, así como se develó la placa donde se agradece el apoyo de la señora Raquel Becerra de García.

En el Ejido Primero de Mayo, perteneciente al Municipio de Escobedo, Coahuila, se encuentra la cabecera de la cuasi-parroquia bajo la protección de San Isidro Labrador y es atendida por tres sacerdotes franciscanos desde hace tres años, cuando se independizaron de la parroquia San Francisco de Asís de Monclova, Coahuila, donde también presbíteros de esa orden religiosa están presentes.